martes, 4 de diciembre de 2012

EL CRECIMIENTO POBLACIONAL COMO PROBLEMA ECOLOGICO: CAMBIO EN PATRONES REPRODUCTORES Y EN LOS MECANISMOS DE TRANSMISION DIFERENCIAL DE GENES









Los cambios globales en los ecosistemas humanos han tenido dos consecuencias revolucionarias para la biosociologÍa de las poblaciones; el primero, relacionado con la mejora global de las condiciones de vida y el control de las enfermedades infecciosas, determinó el aumento de la viabilidad de los individuos, y la esperanza de vida de las poblaciones. El segundo relacionado con los cambios en los sistemas de valores sobre la familia y el papel social de la mujer que determinó cambios fundamentales en los patrones de reproducción incluida la fertilidad ( Bernis 1999). La suma de ambos es la causa de la explosión demográfica iniciada en Europa y otras poblaciones occidentales. Hacia 1920 se completa la transición demográfica europea, con el control de la fertilidad en menos de 3 hijos por mujer (Coale y Watkings, 1986). Al finalizar la segunda guerra mundial los países no occidentales, experimentan cambios en sus ambientes globales semejantes a los mencionados para occidente, e inician una nueva explosión demográfica, que Elrich & Elrich (1972), denominan “bomba poblacional” y sobre cuyas consecuencias ambientales y sociales alertan. La preocupación por este crecimiento explosivo de la población se materializa, entre otras cosas, con la creación del PNDU en 1967, la celebración de las conferencias de población cada 10 Años a partir de 1974, la multiplicación de las publicaciones sobre población y desarrollo humano y el establecimiento de programas de control de natalidad, con un estudio exhaustivo de la situación ( Encuestas mundiales de fecundidad), y con implementación de medidas económicas y sociales para transformar la situación de las mujeres ( Naciones Unidas, Banco Mundial,1993; Unicef,1980-2000; OMS,1988) .
Las estrategias reproductoras son el conjunto de estructuras biosociales que permiten la perpetuación del Homo sapiens como especie y de sus poblaciones como unidades culturales diferenciadas. Globalmente se acepta que desarrollamos una estrategia tipo K, con poca descendencia y mucha inversión parental en su cuidado. El conocimiento de la gran diversidad en estrategias reproductoras, su interpretación como adaptaciones y/o ajustes a condiciones ecológicas concretas y la valoración de las consecuencias de su cambio temporal, conforman sin duda, uno de los aspectos mas interesantes de la ecología humana, que además aúna y condiciona todos los demás aspectos de interacción entre el hombre y su medio.
Los cambios en los patrones reproductores, han determinado finalmente un cambio revolucionario en la biología de las poblaciones, ya que la fertilidad diferencial, junto con la mortalidad diferencial, es tanto un mecanismo básico de transmisión diferencial de genes, y por tanto de evolución como de crecimiento poblacional, y por tanto de estructura demográfica. En tercer lugar, es también un determinante fundamental de la salud y enfermedad de las mujeres, con todos los aspectos positivos y negativos asociados a los cambios en la fertilidad y a la medicalización de los procesos biológicos relacionados con reproducción que está teniendo lugar (Bernis, 1999) . En resumen, todo cambio ambiental determina cambios en la biosociología y en los comportamientos de las poblaciones, lo que a su vez produce nuevos cambios ambientales. Nuestra responsabilidad es ser capaces de evaluar las dimensiones y la velocidad del cambio ambiental en todos sus aspectos, identificar las consecuencias que para la salud ambiental y poblacional tienen, proponer soluciones justas y solidarias para todos los miembros de nuestra especie, independientemente de su sexo, edad y población de origen y, por supuesto, luchar por que esas soluciones se lleven a cabo.

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