martes, 11 de diciembre de 2012

ECOLOGÍA HUMANA




unidad iv: perspectivas futuras de la especie
14. ECOLOGÍA HUMANA
Mayerly Gómez Ibáñez -  20082477011

LA TIERRA SIN HABITANTES


La línea estratégica de Ecología humana y desarrollo promueve acciones encaminadas a la promoción, análisis y estudio de la relación existente entre el ser humano y su entorno, en un sentido amplio. Dado que las personas poseemos una gran capacidad para interactuar y transformar nuestro entorno y que dicha interacción puede contemplarse desde múltiples dimensiones (física, biológica, social, cultural, histórica, etc.).
Entre los muchos ámbitos y áreas de conocimiento que incluimos en la línea de Ecología humana y desarrollo se puede citar los siguientes:

Transporte

 En la actualidad, es uno de los sectores que mayor impacto tienen sobre el medio ambiente y el efecto invernadero. Un modelo de desarrollo sostenible está indisociablemente ligado a la reconducción de los medios de transporte.
Urbanismo. El equilibrio entre ser humano y su entorno pasa por la buena organización de los asentamientos humanos. En nuestros días el diálogo campo ciudad resulta esencial para la sostenibilidad de ambos.



Agua


Tema crucial en el presente debido a la crisis de escasez y de contaminación. Las soluciones no deben ser impositivas, sino ajustadas al entorno social; han de plantearse en el marco de un proceso de cooperación e implicación con los agentes sociales afectados.







Energía. 
La investigación sobre temas energéticos es fundamental para mejorar los sistemas de almacenamiento de energía y, en general, para lograr con mayor rapidez la implementación y desarrollo de energías renovables.

Agroalimentación. El objetivo de la investigación en la producción de alimentos, en su tecnología y transformación consiste en lograr que su consumo sea accesible, sano y seguro.



Aspectos de la Ecología Humana



Cada mes, cinco millones de personas abandonan el campo y van a la ciudad. Desde 1960 se ha duplicado la población del mundo. La calidad de vida y el medio ambiente padecen por estos cambios drásticos
La superficie de bosques está disminuyendo, y con ello la biodiversidad.
Cada mes, cinco millones de personas abandonan el campo y van a la ciudad. Desde 1960 se ha duplicado la población del mundo. La calidad de vida y el medio ambiente padecen por estos cambios drásticos.
Naciones Unidas ha dado a conocer el informe sobre la población Mundial 2001. En él se dice que la degradación de la tierra, la deforestación, la excesiva urbanización y la contaminación del aire son grandes desafíos medioambientales. A estos se añaden otros dos: el agotamiento del agua potable y la reducción de la biodiversidad.

Desde 1960, se han duplicado las cantidades de seres humanos para llegar a 6.100 millones de personas y el crecimiento ha ocurrido mayormente en los países más pobres. Los gastos de consumo se han duplicado con creces a partir de 1970 y esos aumentos han ocurrido principalmente en los países más ricos. En ese período, hemos creado riquezas en escala inimaginable; no obstante, la mitad de la humanidad sigue subsistiendo con menos de dos dólares diarios. Hemos aprendido cómo extraer recursos para nuestro uso, pero no cómo manejar los desperdicios resultantes: por ejemplo, las emisiones de anhídrido carbónico se multiplicaron por doce entre 1900 y 2000. Con estos procesos, estamos cambiando el clima del mundo
En la actualidad, cada una de las partes del mundo natural y del mundo humano está vinculada con todas las demás. Las decisiones locales tienen repercusiones mundiales. Las políticas mundiales, o la carencia de éstas, afectan a las comunidades locales y las condiciones en que viven. Los seres humanos ya han cambiado el mundo natural y han sido cambiados por éste; ahora, las perspectivas de desarrollo humano dependen de nuestra sabiduría en cuanto a conducir esa relación

Población y medio ambiente

La población y el medio ambiente están estrechamente relacionados entre sí, pero sus vínculos son complejos y diversos y dependen de las circunstancias concretas.
A medida que van aumentando las poblaciones humanas y va avanzando la mundialización, las cuestiones fundamentales en materia de políticas son: cómo utilizar los recursos de tierra y agua disponibles a fin de producir alimentos para todos; cómo promover el desarrollo económico y eliminar la pobreza, de modo que todos puedan costear sus alimentos; y cómo, al hacerlo, abordar las consecuencias humanas y medioambientales de la industrialización.
La devastación del medio ambiente no es simplemente una dilapidación de los recursos; es una amenaza a las complejas estructuras que sostienen el desarrollo humano. Un más lento crecimiento de la población en los países en desarrollo contribuirá en gran medida a aliviar las tensiones a que está sometido el medio ambiente

Tendencias de población

La fecundidad es más alta en los países más pobres y entre las personas más pobres de esos países. Las deficiencias en los servicios de salud, educación y de otros tipos, especialmente en lo que atañe a las mujeres, contribuyen a la pobreza reinante en esos países. Los servicios de salud reproductiva no pueden ni siquiera satisfacer las necesidades actuales de las mujeres que quieran prevenir o aplazar un embarazo y, según se prevé, la demanda ha de aumentar rápidamente en los próximos 20 años. La mortalidad derivada de la maternidad es alta y las tasas de utilización de anticonceptivos son bajas (a menudo, inferiores al 15 por ciento de todas las parejas).

Esos países también figuran entre los más gravemente afectados por la degradación de los suelos y el agua y por los déficit de alimentos. En algunas zonas de gran riqueza ecológica pero frágiles, conocidas como "focos neurálgicos para la diversidad biológica", el crecimiento de la población es muy superior al promedio mundial de 1,3 por ciento anual. El aumento de la demanda procedente de zonas que están en mejores condiciones económicas agrava las presiones sobre los recursos naturales en aquellos ecosistemas.
El aspecto positivo es que en los países en desarrollo, considerados en su conjunto, han disminuido las tasas de fecundidad hasta poco menos de tres hijos por mujer, es decir, aproximadamente la mitad de la tasa en 1969, y se prevé que hacia 2045-2050, disminuirá aún más, hasta 2,17 hijos por mujer. Al mismo tiempo, la esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado hasta un promedio de 66 años.

En los países industrializados, actualmente la tasa de fecundidad es de 1,6 hijos por mujer, es decir, es inferior al nivel de reemplazo. Las poblaciones de esos países están envejeciendo rápidamente y es posible que en algunos de ellos la población disminuya, a menos que se la complemente mediante la inmigración. La tendencia a la menor fecundidad se ha documentado suficientemente.
El grueso del consumo ocurre en los países industrializados, pero está aumentando rápidamente en otros países, a medida que van aumentando sus ingresos. Es imprescindible adoptar medidas para conservar la energía, poner coto a la contaminación y limitar la demanda de recursos naturales, para que pueda haber un desarrollo sostenible en el futuro.
También se necesitan medidas paralelas a fin de estabilizar el crecimiento de la población mundial.

Concienciación mundial

En el último decenio hemos adquirido más conocimientos acerca de las huellas ecológicas cada vez más profundas que resultan del crecimiento de las cantidades de seres humanos, las cambiantes distribuciones de la población y las pautas de consumo y producción insostenibles. Se han puesto cada vez más en claro los graves problemas que se plantean al desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, hay algunos indicios importantes de un cambio positivo, incluido el creciente consenso internacional sobre las medidas encaminadas a promover el desarrollo y a proteger al mismo tiempo el medio ambiente

Tendencias en medio ambiente

A medida que la población crece y que aumenta la demanda, la búsqueda de agua, alimentos y recursos energéticos y los efectos sobre el medio ambiente de esa búsqueda están poniendo en peligro la sostenibilidad. Los límites de las tecnologías y la sabiduría con que las utilizamos son retos crecientes y los problemas de la gobernabilidad, la organización social y los derechos humanos son cada vez más importantes para lograr resultados sostenibles

Agua

Tal vez el agua sea el recurso que define los límites del desarrollo sostenible. Las existencias de agua dulce son esencialmente constantes y el equilibrio entre las demandas de los seres humanos y las cantidades disponibles ya es precario.
No todos los países están igualmente afectados. Las regiones más desarrolladas, en promedio, tienen precipitaciones pluviales sustancialmente mayores que los países menos adelantados y han elaborado tecnologías para utilizar el agua más eficientemente.
Mientras en los últimos 70 años la población mundial se ha triplicado, la utilización de agua se ha multiplicado por seis. En todo el mundo, se utiliza un 54 por ciento del agua dulce disponible anualmente y dos tercios se destinan a la agricultura. Hacia 2025 esa proporción podría aumentar hasta el 70 por ciento, debido exclusivamente al crecimiento de la población o si el consumo per cápita llegara en todos los países al nivel alcanzado en los países más desarrollados—, al 90 por ciento.
En el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31 países sometidos a estrés hídrico o afectado por escasez de agua. Hacia 2025, 3.000 millones de personas estarán viviendo en 48 de esos países. Hacia 2050, 4.200 millones de personas (más del 45 por ciento del total mundial) estarán viviendo en países que no pueden satisfacer el requisito de contar con 50 litros de agua por persona y por día para atender a las necesidades humanas básicas.

Muchos países emplean medios insostenibles para satisfacer sus necesidades de agua y agotan los acuíferos locales. Las capas freáticas en algunas ciudades de China, América Latina y el Asia meridional están descendiendo a razón de más de un metro por año. Asimismo, el agua de mares y ríos se está desviando para satisfacer las crecientes necesidades de la agricultura y la industria, con efectos a veces desastrosos.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de personas carecen de acceso a agua no contaminada. Por primera vez, las estadísticas oficiales ponen de manifiesto una disminución de la cobertura de agua, en comparación con estimaciones anteriores.
En los países en desarrollo, entre el 90 y el 95 por ciento de los desagües cloacales y el 70 por ciento de los desechos industriales se vierten sin depurar en aguas superficiales, donde contaminan las existencias de agua. En muchos países industrializados, los efluentes químicos de fertilizantes y plaguicidas y la lluvia ácida resultante de la contaminación atmosférica requieren costosos procedimientos de filtración y depuración.
Proteger las existencias de agua contra los contaminantes, restaurar los cursos naturales que alimentan los sistemas fluviales, ordenar el riego y el uso de productos químicos y poner coto a la contaminación atmosférica industrial son medidas de importancia crucial para mejorar la calidad y la disponibilidad del agua.

Alimentos

En muchos países, en los últimos años el crecimiento de la población ha sido superior al aumento de la producción alimentaria. Entre 1985 y 1995, la producción alimentaria fue a la zaga del crecimiento de la población en 64 de los 105 países en desarrollo estudiados y los países de África fueron los que presentaron un panorama peor
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) clasifica a la mayor parte del mundo en desarrollo como "países de bajos ingresos con déficit alimentario". Esos países no producen alimentos suficientes para sus poblaciones y no pueden sufragar la importación de cantidades suficientes para subsanar el déficit. En esos países, unos 800 millones de personas están crónicamente desnutridas y 2.000 millones de personas carecen de seguridad alimentaria
Las existencias de peces también están amenazadas. Según la FAO, de las existencias de peces marinos comerciales del mundo, un 69 por ciento están "explotadas hasta el límite de su capacidad, explotadas excesivamente, agotadas o recuperándose lentamente".
A fin de dar lugar a casi 8.000 millones de personas que se espera poblarán la tierra hacia 2025 y de mejorar sus dietas, el mundo tendrá que duplicar su producción alimentaria y mejorar la distribución de alimentos para asegurar que la gente no padezca hambre.

Cambio climático

En el siglo XX, la población humana se cuadruplicó, desde 1.600 millones hasta 6.100 millones de habitantes, y las emisiones de anhídrido carbónico, que atrapan el calor en la atmósfera, se multiplicaron por 12, desde 534 millones de toneladas métricas en 1900 hasta 6.590 millones de toneladas métricas en 1997.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC) estima que la atmósfera terrestre se calentará 5,8 grados centígrados en el próximo siglo, una proporción sin precedentes en los últimos 10.000 años. Las proyecciones de la "mejor estimación" del Grupo arrojan un aumento del nivel del mar de casi medio metro hacia 2100.
El cambio climático tendrá graves efectos, entre ellos aumento de las tormentas, las inundaciones y la erosión de los suelos, aceleración de la extinción de plantas y animales, desplazamiento de las zonas agrícolas y amenazas a la salud pública debidas al aumento del estrés hídrico y de las enfermedades tropicales. Esas situaciones podrían conducir al aumento del número de refugiados del medio ambiente y de la migración internacional por razones económicas.

Hábitat

En los últimos decenios, a medida que el crecimiento de la población ha ido llegando a magnitudes sin precedentes, las tasas de deforestación han alcanzado los mayores niveles registrados en la historia.
Dado que los bosques tropicales contienen, según se estima, un 50por ciento de la diversidad biológica que aún subsiste en el mundo, su destrucción es particularmente devastadora. De mantenerse las actuales tasas de deforestación, el último bosque tropical primario de magnitud apreciable podría ser talado dentro de los próximos 50 años, causando pérdidas irreversibles de especies. La deforestación tropical también contribuye a la acumulación de anhídrido carbónico en la atmósfera.
El crecimiento de la población, el aumento de la riqueza con aumento del consumo, de la contaminación y del despilfarro y el aumento de la pobreza con falta de los recursos y la tecnología necesarios para usarlos y falta de poder para cambiar esas circunstancias están incrementando cada vez más las presiones sobre el medio ambiente.


Pobreza y medio ambiente

Hay unos 1.200 millones de personas que viven con menos de un dólar diario. Casi un 60 por ciento de 4.400 millones de personas residentes en países en desarrollo carecen de servicios sanitarios básicos, casi un tercio de esas personas no tienen acceso a agua no contaminada, un cuarto de ellas carece de vivienda adecuada, un 20 por ciento de ellas no tienen acceso a modernos servicios de salud y un 20por ciento de los niños no asisten a la escuela hasta finalizar el quinto grado.
Es evidente que la mundialización ha conducido al aumento de la riqueza mundial y ha estimulado el crecimiento económico. También ha agravado la desigualdad en el ingreso y la degradación del medio ambiente. Debido a la pobreza, muchas personas están incrementando la presión que ejercen sobre frágiles recursos naturales a fin de poder sobrevivir.
Los efectos de los seres humanos sobre el medio ambiente están exacerbando la intensidad de los desastres naturales, y quienes sufren las consecuencias son los pobres. Hay 25 millones de refugiados del medio ambiente.

Salud y medio ambiente

Las condiciones del medio ambiente contribuyen a determinar si las personas tienen o no buena salud y cuánto tiempo han de vivir. Hay una estrecha relación entre el medio ambiente y la salud reproductiva.
Las condiciones del medio ambiente contribuyen apreciablemente a las enfermedades contagiosas, que son la causa de entre 20 y 25 por ciento de las defunciones anuales en todo el mundo. Según se estima, un 60 por ciento de las infecciones agudas de las vías respiratorias, un 90 por ciento de las enfermedades diarreicas, un 50 por ciento de las enfermedades respiratorias crónicas y un 90 por ciento de los casos de paludismo podrían evitarse mediante simples medidas relativas al medio ambiente.
El agua contaminada y el correlativo saneamiento deficiente se cobran cada año las vidas de más de 12 millones de personas. La contaminación del aire se cobra casi otros tres millones de vidas, mayormente en países en desarrollo.
A partir de 1900, la industrialización ha introducido en el medio ambiente casi 100.000 productos químicos anteriormente desconocidos; la mayoría de ellos no han sido estudiados, ni individualmente ni en combinación, para determinar sus efectos sobre la salud. Algunos de ellos, prohibidos en países industrializados debido a sus efectos nocivos, siguen siendo utilizados ampliamente en los países en desarrollo. Muchos productos químicos se han incorporado en el aire, el agua, los suelos y los alimentos; y también en los seres humanos.
Cambio cultural
El informe alerta también de los problemas del cambio de cultura y de la pérdida de conocimientos tradicionales, sin ser aprovechados ni inventariados.
La diversidad de los cultivos está amenazada, como lo está la diversidad de las especies. Es posible que muchas modalidades de conocimientos tradicionales desaparezcan antes de que sea posible validarlas y difundirlas más ampliamente. Muchos medicamentos de los botiquines modernos se derivan de sustancias vegetales o animales naturales utilizadas en prácticas culturales históricas. Las cambiantes pautas forestales ya han transformado los cultivos de la región del Amazonas, en Centroamérica, en África y en el Asia sudoriental.
El rápido cambio del medio ambiente, debido a causas naturales, acciones de los seres humanos o a una combinación de ambos factores, amenaza los cultivos tradicionales. En África, el Lago Chad ha perdido un 95 por ciento de su superficie en los últimos 40 años, como resultado del clima más seco y la mayor demanda de riego. Los nómadas y los pescadores que dependían de las aguas del lago han sido reemplazados por asentamientos de agricultores.